Las setas son un manjar delicioso que crece en otoños y primaveras lluviosas. Por curiosidad, la ciencia que estudia los hongos se llama micología. Hay que ser prudentes y conocerlas muy bien, porque no todas son comestibles y nos podemos envenenar. Por ejemplo, el Manual de identificación de setas cosmetibles de Andalucía editado por La Junta de Andalucía explica que " en nuestras tierras es muy común la seta del olivo cuyo consumo causa graves trastornos digestivos" . Añaden que las realmente peligrosas son las que sus síntomas tardan en aparecer de 9 a 24 horas e incluso, varios días. En nuestro país según dicho manual “ Existen muy pocas setas tóxicas y mortales, unas treinta de entre las miles que componen este inmenso grupo; el resto, simplemente no son comestibles, tanto por tener un sabor desagradable, como por el hecho de resultar algo indigestas (...) las gentes de Andalucía, consumen poco más de ocho especies diferentes de setas". Lo más sensato es
Mi padre es, como siempre se ha dicho “cabrero”, y durante toda mi infancia, mis vacaciones y fines de semana los he pasado en casas de campo y cortijos. Me propongo recopilar el aprendizaje que hoy día sigo recibiendo sobre los cuidados del campo (árboles frutales, huerto, cabras, ovejas...). Trasmitido por mis padres, tíos y abuelos. E irremediablemente, al evocarlos se sumarán a estas líneas anécdotas infantiles y recetas familiares.