La planta de la alcaparra, es una planta o arbusto salvaje rastrero, es decir, que crece a ras de suelo, no hacia arriba. Es muy común en el Mediterráneo, de hoja perenne. Normalmente se come en encurtidos las alcaparras o alcaparrones.; la alcaparra es el capullo de la flor, y el alcaparrón es el fruto. Se cogen en junio, cuidado al recogerlas porque tiene espinas. Tiene pocas calorías, es diurético y depurativo.  Buscando alcaparrones, orillas del río Santillán, Chilches, 25-06-19 Buscando alcaparrones, orillas del río Santillán, Chilches, 25-06-19 Buscando alcaparrones, orillas del río Santillán, Chilches, 25-06-19 Mi suegra prepara los alcaparrones, Ana Díaz, recuerda: " Me enseñó mi tío Pepe Ayllón, el padre de la prima Anita, él era el que los recogía porque son muy abundantes y típicos por la parte de Campillos, que es de dónde era él. Mi padre no cogía alcaparrones. Y por supuesto, mi tía Frasquita es la que me enseñó cómo se hacía, su mujer". Por s

Un dulce muy típico de nuestra infancia, que se sigue viendo en las ferias, es la caña de azúcar. Fue una gran industria en Málaga (por la zona de la playa desde el centro comercial Carrefour Los Patios a la carretera de Cádiz, pasando por la azucarera, donde trabajó mi abuelo como ya narré en mi post  guardas de campo ); y por la costa desde Nerja a Manilva. A finales de la década de los 60 se llegaron a producir hasta 115.000 toneladas de caña de azúcar en la provincia, según publicaba el Diario Sur en 2015.  La provincia llegó a contar hasta con 37  trapiches (molino para extraer el jugo de algunos frutos como la aceituna o la caña de azúcar.). La cosecha se realizaba a mano por cuadrillas de cañeros. Durante siglos las cañas se pelaban a mano, lo que exigía mucho trabajo, durante la zafra o monda, hasta que allá por los 80 se empezaron a quemar las asas para facilitar esta tarea. Según informa el periódico se cobraba sólo 12 euros por tonelada de caña cortada en 2006, año en el qu

Los guardas de campo existen desde antiguo, contratados por los señoritos o terratenientes propietarios de las tierras, para vigilar los cotos, cazadores furtivos, las lindes, los pozos, los robos... En el siglo XVIII consta una ordenanza para regularlos y debían responder ante los alcaldes. Son los antecesores de los actuales guardas jurados que dependen de la Guardia Civil. Su testimonio daba fé, tenían licencia para detener y llevaban carabina ligera, bayoneta o sable. Han llegado hasta nuestros días, durante el franquismo  surge un decreto que autoriza a las grandes industrias a tener sus propios vigilantes. Mi padre trabajó de guarda de coto en el cortijo "Las perdices", Antequera, aproximadamente de enero de 1980 a diciembre de 1982. No llevaba uniforme, vestía normal, llevaba una carabina, el cinturón de guarda y un caballo. Mi abuelo también fue guarda cuidadaba las cañas en la azucarera. Además,  trabajó de guarda en el cortijo Montijo, me han contado que e