En 1968 el abuelo Paco abrió el Kiosco Taboada, justo este año 2018, es el 50 aniversario. Vendían tebeos, material escolar, dulces, tabaco, golosinas… Tuvo un gran éxito porque estaba cerca del nuevo instituto de bachillerato. Desgraciadamente más tarde pusieron una cafetería dentro del edificio y finalmente tuvieron que cerrar. Mi madre Rosi Taboada, con 15-16 años, 1976-1977 En aquella época la moneda era la peseta. Con “una perra gorda” o céntimo se podían conseguir chucherías, por ejemplo, un chupa chups o caramelos, los comprabas en el kiosco o lo echabas en una maquinita que te daba 10 caramelos, "Una pecha te dabas" bromea mi madre. Otra de las expresiones de la época que me encantaban es: "20.000 duros" , es decir, 100.000 pesetas, que equivaldrían hoy día a 600 euros, pero cundían mucho más. En una época más moderna, recuerdo con cariño cuando mi hermano Juan Pedro de pequeño pedía dinerito, y cuando abrías la cartera él prefería coger el má
Mi padre es, como siempre se ha dicho “cabrero”, y durante toda mi infancia, mis vacaciones y fines de semana los he pasado en casas de campo y cortijos. Me propongo recopilar el aprendizaje que hoy día sigo recibiendo sobre los cuidados del campo (árboles frutales, huerto, cabras, ovejas...). Trasmitido por mis padres, tíos y abuelos. E irremediablemente, al evocarlos se sumarán a estas líneas anécdotas infantiles y recetas familiares.